El camino es muy sencillo.
El camino consiste en salir de la mente tantas veces al día como te sea posible.
Siempre que tengas tiempo, sal de la mente.
Unas cuantas cosas pueden ayudarte.
Si no puedes estar sentado en silencio sin más, si sientes que tienes demasiada energía para hacer algo y no lo haces, entonces, toda esa energía se transforma en un juego de la mente, te será más fácil empezar con algo creativo.
Si te gusta la música, escucha música; sumérgete en ella.
Si amas el baile, baila; permítete desaparecer en el baile.
O cualquier otra cosa; si sabes cerámica, haz vasijas hermosas, poniendo en ello toda tu energía. Cuando pones toda tu energía en algo, la mente no recibe ninguna energía y se vuelve silenciosa por voluntad propia.
OSHO
Un domingo por la tarde el Papa estaba haciendo un crucigrama.
Perplejo, levanta la cabeza, se rasca la frente y le pregunta a uno de los cardenales:
“¿Se te ocurre una palabra de cuatro letras que acabe en o-ñ-o referido a las mujeres?”
“Moño”, replica el cardenal.
“Ah, gracias-le dice el Papa-.¿Tienes una goma de borrar?”.
OSHO
No hay ninguna necesidad de saber hacia dónde estás yendo.
No hay ninguna necesidad de saber por qué estás yendo.
Todo lo que necesitas saber es si vas disfrutando, porque cuando se va gozando no se puede estar equivocado.
OSHO
Un borracho salió tambaleándose de la taberna y empezó a andar con un pie sobre el asfalto y el otro sobre el bordillo. Después de caminar un corto trecho un policía se fijó en él.-Oiga-dijo el policía-,¡usted está borracho!
-¡Dios!-exclamó con gran alivio-¿Es eso lo que pasa? ¡Pensaba que me había quedado cojo!
OSHO
Cada individuo tiene que explorar a su propia manera.
No existe una superautopista con hitos que indiquen cuánto falta para llegar a la meta.
En la exploración espiritual, tienes que caminar y crear tu camino andando; no hay un camino ya marcado que uno pueda simplemente seguir.
OSHO
A un misionero católico le destinaron a un lugar remoto en el Artico.
A los pocos meses, vino a visitarle un obispo.
El obispo le preguntó: “¿Cómo te sientes rodeado de hielo y osos polares?”.
El misionero le contestó:” Bien, los esquimales son gente muy amistosa”.
“¿Y qué te parece el clima?”, volvió a preguntar el obispo.
“Bueno –contestó el misionero-, mientras tenga mi rosario y mi whisky, el clima no me preocupa.”
“Me alegra oírte decir eso –le dijo el obispo-. Y hablando de whisky, ¿Qué te parece si echamos un par de tragos?”
“¡Buena idea! – dijo el padre-. ¡Rosario! ¿Puedes traernos el whisky?”.
OSHO
El nuevo sannyasin sólo puede existir si es creativo.
OSHO
Jaimito está jugando con su tren eléctrico en el salón mientras su madre está preparando la cena.
Cuando el tren ha dado diez vueltas, lo para y dice: “¡ Todos los cabrones que quieran subir, que suban, y todos los cabrones que quieran bajar, que bajen!”.
Deja que el tren vuelva a dar otras diez vueltas y repite la misma frase.
Entonces la madre entra muy enfadada en el salón y castiga a Jaimito a quedarse en un rincón por decir palabrotas.
A la media hora, su madre le dice que puede volver a jugar con el tren. Jaimito deja que el tren dé diez vueltas, lo para y dice: “¡Todos los cabrones que quieran subir, que suban!¡Todos los cabrones que quieran bajar, que bajen! ¡Y si alguien tiene alguna queja por el retraso, que hable con la zorra de la cocina!”.
OSHO
El camino consiste en salir de la mente tantas veces al día como te sea posible.
Siempre que tengas tiempo, sal de la mente.
Unas cuantas cosas pueden ayudarte.
Si no puedes estar sentado en silencio sin más, si sientes que tienes demasiada energía para hacer algo y no lo haces, entonces, toda esa energía se transforma en un juego de la mente, te será más fácil empezar con algo creativo.
Si te gusta la música, escucha música; sumérgete en ella.
Si amas el baile, baila; permítete desaparecer en el baile.
O cualquier otra cosa; si sabes cerámica, haz vasijas hermosas, poniendo en ello toda tu energía. Cuando pones toda tu energía en algo, la mente no recibe ninguna energía y se vuelve silenciosa por voluntad propia.
OSHO
Un domingo por la tarde el Papa estaba haciendo un crucigrama.
Perplejo, levanta la cabeza, se rasca la frente y le pregunta a uno de los cardenales:
“¿Se te ocurre una palabra de cuatro letras que acabe en o-ñ-o referido a las mujeres?”
“Moño”, replica el cardenal.
“Ah, gracias-le dice el Papa-.¿Tienes una goma de borrar?”.
OSHO
No hay ninguna necesidad de saber hacia dónde estás yendo.
No hay ninguna necesidad de saber por qué estás yendo.
Todo lo que necesitas saber es si vas disfrutando, porque cuando se va gozando no se puede estar equivocado.
OSHO
Un borracho salió tambaleándose de la taberna y empezó a andar con un pie sobre el asfalto y el otro sobre el bordillo. Después de caminar un corto trecho un policía se fijó en él.-Oiga-dijo el policía-,¡usted está borracho!
-¡Dios!-exclamó con gran alivio-¿Es eso lo que pasa? ¡Pensaba que me había quedado cojo!
OSHO
Cada individuo tiene que explorar a su propia manera.
No existe una superautopista con hitos que indiquen cuánto falta para llegar a la meta.
En la exploración espiritual, tienes que caminar y crear tu camino andando; no hay un camino ya marcado que uno pueda simplemente seguir.
OSHO
A un misionero católico le destinaron a un lugar remoto en el Artico.
A los pocos meses, vino a visitarle un obispo.
El obispo le preguntó: “¿Cómo te sientes rodeado de hielo y osos polares?”.
El misionero le contestó:” Bien, los esquimales son gente muy amistosa”.
“¿Y qué te parece el clima?”, volvió a preguntar el obispo.
“Bueno –contestó el misionero-, mientras tenga mi rosario y mi whisky, el clima no me preocupa.”
“Me alegra oírte decir eso –le dijo el obispo-. Y hablando de whisky, ¿Qué te parece si echamos un par de tragos?”
“¡Buena idea! – dijo el padre-. ¡Rosario! ¿Puedes traernos el whisky?”.
OSHO
El nuevo sannyasin sólo puede existir si es creativo.
OSHO
Jaimito está jugando con su tren eléctrico en el salón mientras su madre está preparando la cena.
Cuando el tren ha dado diez vueltas, lo para y dice: “¡ Todos los cabrones que quieran subir, que suban, y todos los cabrones que quieran bajar, que bajen!”.
Deja que el tren vuelva a dar otras diez vueltas y repite la misma frase.
Entonces la madre entra muy enfadada en el salón y castiga a Jaimito a quedarse en un rincón por decir palabrotas.
A la media hora, su madre le dice que puede volver a jugar con el tren. Jaimito deja que el tren dé diez vueltas, lo para y dice: “¡Todos los cabrones que quieran subir, que suban!¡Todos los cabrones que quieran bajar, que bajen! ¡Y si alguien tiene alguna queja por el retraso, que hable con la zorra de la cocina!”.
OSHO
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