1.8.13

El rebelde...


Si No es Ahora, Cuando?

Así es como el hombre ha vivido hasta ahora: tus ayeres te preparan para tus mañanas. La misma preparación se convierte en un obstáculo: no puedes respirar libremente, no puedes amar libremente, no puedes danzar libremente. El pasado te ha dejado inutilizado completamente. La carga del pasado es tan pesada que todo mundo ha quedado aplastado por ella.

El rebelde le dice simplemente adiós al pasado.

Es un proceso constante, de ahí que ser un rebelde implique estar en rebelión contínua, porque cada momento se está convirtiendo en pasado, cada día se está convirtiendo en pasado. Eso no quiere decir que el pasado esté ya en la tumba; tú te desplazas por él a cada momento. Es por eso que el rebelde tiene que aprender un nuevo arte: el arte de morir a cada momento pasado, a fin de que pueda vivir libremente en el nuevo momento que llega.

Un rebelde es un contínuo proceso de rebelión, no se queda estático. Por eso hago una distinción entre el revolucionario y el rebelde.

El revolucionario no es más que un reaccionario.

Puede estar en contra de cierta sociedad, pero quiere otra sociedad. Puede estar en contra de una cultura , pero está dispuesto a aceptar inmediatamente otra cultura .Sólo sigue yendo de una prisión a otra prisión: del cristianismo al comunismo, de una religión a otra religión, del hinduismo al cristianismo. Cambia sus prisiones.

El rebelde se distancia del pasado y no permite nunca que el pasado le domine. Está en un proceso constante, contínuo. Toda la vida de un rebelde es un fuego que quema. Se mantiene fresco, joven hasta el último suspiro. No responderá a ninguna situación de acuerdo con su experiencia pasada, responderá a cada situación de acuerdo con su conciencia actual.

Para mí, ser rebelde es la única manera de ser religioso, y las llamadas religiones no son religiones para nada. Han destruido la humanidad completamente, esclavizando a los seres humanos, encadenando sus almas de tal manera que parece que fueras libre en lo superficial, pero en lo profundo de tu interior, las religiones han creado una cierta conciencia que continúa dominándote. Un rebelde es alguien que se deshace de todo su pasado porque quiere vivir su propia vida de acuerdo con sus propios anhelos, de acuerdo con su propia naturaleza, no de acuerdo con la de algún Gautama Buda o la de algún Jesucristo o Moisés.

El rebelde es la única esperanza para la humanidad futura.

El rebelde destruirá todas las religiones, todas las naciones, todas las razas, porque todas ellas están podridas, pasadas, impidiendo el progreso de la evolución humana.

No permiten que nadie florezca plenamente, no quieren seres humanos sobre la tierra; quieren ovejas.

El rebelde te respeta a ti, respeta la vida, tiene una profunda reverencia por lo que crece, lo que vibra, lo que respira. No se pone por encima de ti, no es más santo, más elevado; es simplemente uno más entre todos. Sólo puede afirmar una cosa: que tiene más valor que tú. El no puede salvarte; sólo tu valor puede salvarte. El no puede guiarte, sólo tus propias agallas te pueden guiar a la plenitud de tu vida.

La rebelión es un estilo de vida. Para mí es la única religión que es auténtica, porque si vives de acuerdo con tu propia luz, puedes perderte muchas veces, puedes caer muchas veces, pero cada extravío, cada caída te hará más sabio, más inteligente, más comprensivo, más humano. No hay otra manera de aprender que cometiendo errores. Simplemente no cometas el mismo error otra vez.

No existe más Dios que tu propia conciencia.

No hay necesidad de ningún papa o Ayatollah Khomeini o de ningún shankaracharya que sirva de intermediario entre tú y Dios. Estos son los mayores criminales del mundo porque están explotando tu incapacidad.

Todos los sacerdotes pretenden ser los intermediarios entre tú y la fuente suprema de la vida. Pero tu fuente de vida es la suprema fuente de vida, porque no estamos separados. Ningún hombre es una isla; en lo interno somos un vasto continente. Quizás en la superficie seas como una isla, y hay muchas islas; pero en lo más profundo estáis unidos. Sois parte de una tierra, de un continente. Lo mismo es cierto respecto a la conciencia.

Sin embargo uno tiene que liberarse de las iglesias, de los templos, de las mezquitas, de las sinagogas. Uno tiene que ser simplemente uno mismo y aceptar el desafío de la vida a donde quiera que te lleve. Solo tú eres tu guía.
Eres tu propio maestro.

Osho: el espíritu rebelde, #11

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