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29.1.16

Cerrando ciclos


Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes laalegrí­a y el sentido del resto. Cerrando cí­rculos, o cerrando puertas, o cerrando capí­tulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente “revolcándote” en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste ya a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capí­tulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse.
No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardí­os, ni empleados de empresas inexistentes.¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente…
El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú… Suelta el resentimiento. El prender “tu televisor personal” para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentalmente, envenenarte y amargarte.
La vida está para adelante, nunca para atrás. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capí­tulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí­ en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos dí­as, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver.
Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el cí­rculo.

Paulo Coelho

3.8.13

Manual para subir montañas



1. Escoge la montaña que deseas subir: no te dejes llevar por los comentarios de los demás, que dicen “esa es más bonita”, o “aquella es más fácil”. Vas a gastar mucha energía y entusiasmo en alcanzar tu objetivo, y por lo tanto eres tú el único responsable y debes estar seguro de lo que estás haciendo.
2. Sabe como llegar frente a ella: muchas veces, vemos la montaña de lejos, hermosa, ineresante, llena de desafíos. Pero cuando intentamos acercarnos, ¿qué ocurre? Que es´ta rodeada de carreteras, que entre tú y tu meta se interponen bosques, que lo que parece claro en el mapa es difícil en la vida real. Por ello, intenta todos los caminos, todas las sendas, hasta que por fin un día te encuentres frente a la cima que pretendes alcanzar.
3. Aprende de quien ya caminó por allí: por más que te consideres único, siempre habrá alguien que tuvo el mismo sueño antes que tú, y dejó marcas que te pueden facilitar el recorrido; lugares donde colocar la cuerda, picadas, ramas quebradas para facilitar la marcha. La caminata es tuya, la responsabilidad también, per no olvides que la experiencia ajena ayuda mucho.
4. Los peligros, vistos de cerca, se pueden controlar: cuando empieces a subir la montaña de tus sueños, presta atención a lo que te rodea. Hay despeñaderos, claro. Hay hendiduras casi imperceptibles. Hay piedras tan pulidas por las tormentas que se vuelven resbaladizas como el hielo. Pero si sabes dónde pones el pie, te darás cuenta de los peligros y sabrás evitarlos.
5. El paisaje cambia, así que aprovéchalo: claro que hay que tener un objetvo en mente: llegar a lo alto. Pero a medida que se va subiendo, se pueden ver más cosas, y no cuesta nada detenerse de vez en cuando y disfrutar un poco del panorama de alrededor. A cada metro conquistado, puedes ver un poco más lejos; aprovecha eso para descubrir cosas de las que hasta ahora no te habias dado cuenta.

6. Respeta tu cuerpo: sólo consigue subir una montaña aquél que presta a su cuerpo la atención que merece. Tú tienes todo el tiempo que te da la vida, así que, al caminar, no te exijas más de lo que puedas dar. Si vas demasiado deprisa, te cansarás y abandonarás a la mitad. Si lo haces demasiado despacio, caerá la noche y estarás perdido. Aprovecha el paisaje, disfruta del agua fresca de los manantiales y de los frutos que la naturaleza generosamente te ofrece, pero sigue caminando.

7. Respeta tu alma: no te repitas todo el rato “voy a conseguirlo”. Tu alma ya lo sabe. Lo que ella necesita es usar la larga caminata para poder crecer, extenderse por el horizonte, alcanzar el cielo. De nada sirve una obsesión para la búsqueda de un objetivo, y además termina por echar a perder la escalada. Pero atención, tampoco te repitas “es más difícil de lo que pensaba”, pues eso te hará perder la fuerza interior.
8. Prepárate para caminar un kilómetro más: el recorrido hasta la cima de la montaña es siempre mayor de lo que pensabas. No te engañes, ha de llegar el momento en que aquello que parecía cercano está aún muy lejos. Pero como estás dispuesto a llegar hasta allí, eso no ha de ser un problema.
9. Alégrate cuando llegues a la cumbre: llora, bate palmas, grita a los cuatro vientos que lo has conseguido, deja que el viento allá en lo alto (porque allá en la cima siempre hace viento) purifique tu mente, refresca tus pies sudados y cansados, abre los ojos, limpia el polvo de tu corazón. Piensa que lo que antes era apenas un sueño, una visión lejana, es ahora parte de tu vida. Lo conseguiste.
10. Haz una promesa: aprovechas que has descubierto una fuerza que ni siquiera conocías, y dite a ti mosmo que a partir de ahora, y durante el resto de tus días, la vas utilizar. Y, si es posible, promete también descubrir otra montaña, y parte en una nueva aventura.
11. Cuenta tu historia: sí, cuenta tu historia. Ofrece tu ejemplo. Di a todos que es posible, y así otras personas sentirán el valor para enfrentarse a sus propias montañas.
Paulo Coelho

22.5.13

Our scars...


Scars; they seem so beautiful at times.
I’ve got many, deep and shallow.
They aren’t self-inflicted, well consciously they aren’t. They cover my arms, my legs, even my fingers are painted with them.
To others it might seem like a cry for help or a careless attitude but for me it’s my whole life story engraved on me.
Every scar, every bruise has a life of its own and a space in my heart.
They either remind me of a place or a person.
Sadly, there is no magic wand to rub them off of your body.
Even if they fade away over the years, the impact still stays there in your head. The mental scars are the worst of its kind.
They haunt you even in your dreams. These scars cause you to stay stuck at a point of your life where you’re unable to move or breathe.
At some point of time your soul is so heavily bruised that the physical pain is nothing but a mere pinch.
This is the time where you start feeling like an outsider in your own life and when you look down at yourself you realize how helpless you are and how stagnant you’ve become.
Every scar you look at is bursting with frustration. It’s screaming to bleed out.
But then something strange happens over time, you start to admire them and appreciate them.
Why? It is because you realize that these very scars show you how far you’ve come.
It shows you that you may have faced hurdles but you still have a long way to go.
It tells you not to give up even if every inch of your body is marked and dashed, to celebrate the scars instead.
Even if you don’t make it in the end at least you have something to show to the world that you never backed down.

Paulo Coelho

May be not who I am, sure the way to who I am.

ernesto oso

6.1.13

Feliz 2013...




Nadie puede volver atrás, pero todo el mundo puede seguir adelante.
Y mañana, cuando sale el sol, todo lo que tienes que decir a ustedes es:
Voy a pensar en el día de hoy como el primer día de mi vida.
Voy a buscar a los miembros de mi familia con sorpresa y asombro, alegre por descubrir que están a mi lado, en silencio compartir esa pequeña cosa llamada amor entendido.
Voy a pasar un mendigo, que me va a pedir dinero.
Yo podría darle a él o yo podría caminar pensamiento pasado que él sólo va a gastar en bebida, y como yo lo hago, voy a escuchar sus insultos y sabemos que es simplemente su forma de comunicarse conmigo.
Voy a pasar a alguien tratando de destruir un puente.
Yo podría tratar de detenerlo o podría darse cuenta de que lo está haciendo, porque no tiene a nadie esperando en el otro lado y esta es su manera de tratar de defenderse de su propia soledad.
En lugar de anotar cosas que estoy poco probable que se olvide, voy a escribir un poema.
Aunque yo nunca he escrito un antes y aunque nunca lo hago de nuevo, voy a por lo menos saber que una vez tuve el coraje de poner mis sentimientos en palabras.
Voy a seguir sonriendo, porque me agrada saber que la gente piensa que estoy loco.
Mi sonrisa es mi manera de decir: '. Puedes destruir mi cuerpo, pero no mi alma "
Si hace sol mañana, quiero ver el sol propiamente por primera vez.
Si está nublado, quiero ver a ver en qué dirección van las nubes.
Siempre he pensado que no tengo tiempo o no prestar atención suficiente. Mañana, sin embargo, me concentraré en la dirección tomada por las nubes o en los rayos del sol y las sombras que crean.
Por encima de mi cabeza existe un cielo sobre la que toda la humanidad, a través de miles de años, ha tejido una serie de explicaciones razonables.
Bueno, voy a olvidar todo lo que aprendí acerca de las estrellas y que se transformará una vez más en ángeles o los niños o lo que sea me siento como creer en ese momento.
Por primera vez, voy a sonreír sin sentirme culpable, porque la alegría no es un pecado.
Por primera vez, voy a evitar todo lo que me hace sufrir, porque el sufrimiento no es una virtud.
Estoy viviendo este día como si fuera el primero y, mientras dure, voy a descubrir cosas que yo ni siquiera sabía que estaban allí.
A pesar de que han caminado más allá de los mismos lugares en innumerables ocasiones y dijo: 'Buenos días' a la misma gente, de mañana 'Buenos días' será diferente.
No va a ser una mera fórmula cortés, sino una forma de bendición.
Y si estoy solo cuando cae la noche, voy a ir más a la ventana, mira hacia el cielo y se sienten seguros de que la soledad es una mentira, porque el Universo está ahí para hacerme compañía.
Y entonces les he vivido cada hora de mi día como si se tratara de una constante sorpresa para mí, este "yo", que no fue creada por mi padre o mi madre o por la escuela, sino por todo lo que he experimentado hasta ahora , y que de repente me olvidó con el fin de descubrir todo lo nuevo.
E incluso si ésta va a ser mi último día en la Tierra, lo voy a disfrutar al máximo, porque voy a vivir con la inocencia de un niño, como si estuviera haciendo todo por primera vez. 

MANUSCRITO ENCONTRADO EN ACCRA

20.5.10

Siempre Xacobeo...



Veinte años después: Ave Fénix

Recorriendo el Camino de Santiago veinte años después de la peregrinación que dio origen a mi primer libro, paro en Villafranca del Bierzo. Allí, una de las figuras más emblemáticas del recorrido, Jesús Jato, construyó un refugio para peregrinos. Vinieron las gentes de la aldea, y pensando que Jato era un brujo, incendiaron el lugar. Él no se dejó intimidar y, junto a Mari Carmen, su mujer, volvió a empezar desde el principio. Al lugar le cambiaron entonces el nombre y lo llamaron Ave Fénix, el pájaro que renace de sus cenizas.

Jato es bien conocido por preparar la “queimada”, un tipo de bebida alcohólica de origen celta, que se bebe en una especie de ritual, también celta. En esta fría noche de primavera, se encuentran en el Ave Fénix una canadiense, dos italianos, tres españoles y una australiana.

Y Jato les cuenta a todos algo que me ocurrió a mí en 1986, y que no me atreví a incluir en el libro El peregrino de Compostela (Diario de un mago)convencido de que los lectores no se lo creerían.

-Un cura local pasó por aquí, avisando que un peregrino había pasado por Villafranca esa mañana y no había llegado a Cebreiro (la etapa siguiente), por lo que no cabía duda de que debía de encontrarse perdido por el bosque – dijo Jato -. Fui a buscarlo, y conseguí encontrarlo dos horas más tarde, durmiendo en una caverna. Era Paulo. Cuando lo desperté, él se quejó: “¿Es que no voy a poder dormir ni siquiera una hora en este camino?”. Le expliqué que no dormía hace apenas una hora, sino que llevaba allí más de un día.

Lo recuerdo como si hubiese ocurrido hoy: me sentía cansado y deprimido, decidí parar un poco, descubrí la caverna, me tumbé en el suelo. Cuando abrí los ojos y vi a este sujeto, estaba seguro de que tan sólo habían pasado algunos minutos, porque ni siquiera había cambiado de posición. Nunca he llegado a entender exactamente cómo ocurrió tal cosa, y tampoco le busco explicaciones: he aprendido a convivir con el misterio.

Todos bebemos la “queimada”, acompañando a Jato en sus “¡uuuh!” mientras él pronuncia los versos ancestrales. Al final, la canadiense se me acerca.

-No soy el tipo de persona que anda a la búsqueda de tumbas de santos, ríos sagrados, lugares milagrosos o apariciones. Para mí, peregrinar es celebrar. Tanto mi padre como mi madre murieron jóvenes, de paro cardíaco, y tal vez yo tenga propensión a lo mismo.

»Por lo tanto, como tal vez parta pronto de esta vida, necesito conocer el mundo al máximo, y obtener toda la alegría que merezco.

»Cuando murió mi madre, yo me prometí a mi misma alegrarme siempre que saliera el sol cada mañana. Mirar hacia el futuro, pero nunca sacrificar el presente por esta razón. Cuando el amor se cruzase en mi camino, aceptarlo siempre. Vivir cada minuto, jamás dejar para más tarde algo que pudiera alegrarme.

Me acuerdo de 1986, cuando yo también lo dejé todo para realizar este recorrido que acabaría cambiándome la vida. En aquella época, mucha gente me criticó, pensado que era una locura. Tan sólo mi mujer me brindó el apoyo necesario. Me dice la canadiense que había ocurrido lo mismo con ella, y me entrega un texto que lleva consigo:

-Es parte del discurso que el presidente norteamericano Theodore Roosevelt pronunció en la Sorbona de París el 23 de abril de 1910.

Leo lo que está escrito en el papel:

El crítico no aporta absolutamente nada: todo lo que hace es apuntar con dedo acusador en cuanto el fuerte se tropieza y cae, o cuando comete un error mientras está trabajando en algo. El verdadero mérito lo tiene quien está en la arena, con la cara sucia de polvo, sudor y sangre, luchando con arrojo.

El verdadero mérito lo tiene el que se equivoca, el que falla, pero que poco a poco va dando en el clavo, porque no hay esfuerzo sin error. Éste conoce el gran entusiasmo, la gran devoción, y está empleando su energía en algo que merece la pena. Éste es el verdadero hombre, que en la mejor de las hipótesis conocerá la victoria y la conquista, y que, en la peor, caerá. Pero hasta en su caída será grande, porque vivió con valentía, y estuvo por encima de aquellas almas mezquinas que nunca conocieron ni victorias ni derrotas.



La concha como símbolo

El día en que el barco con los restos mortales de Tiago llegaba a Galicia, una fuerte tempestad amenazaba con aplastarlo contra las rocas de la costa.

Un hombre que pasaba por allí, al ver aquello, entra en el mar con su caballo para intentar ayudar a los navegantes. No obstante, también él se convierte en víctima de la furia de los elementos, y empieza a ahogarse. Pensando que todo está perdido, pide a los cielos piedad para su alma.

En ese momento, la tempestad se calma, y tanto el barco como el caballero son gentilmente conducidos hasta una playa. Allí, los discípulos Atanasio y Teodoro se dan cuenta de que el caballo está cubierto de cierto tipo de conchas, conocidas también como “vieiras”.

En homenaje al heroico gesto, esta concha pasa a ser el símbolo del Camino, y se puede encontrar en muchos edificios a lo largo de la ruta, y en los puentes, y en los monumentos, pero, sobre todo, en las mochilas de los peregrinos.



Intentando engañar al destino

En su camino hacia Galicia, durante la Reconquista (guerras religiosas que concluyeron con la expulsión de los árabes de la Península Ibérica), el emperador Carlo Magno se enfrenta a las tropas de un traidor en las proximidades de Monjardín. Antes de la batalla, reza a Santiago, que le revela el nombre de 140 soldados que van a morir en la batalla. Carlo Magno deja a estos hombres en el campamento, y marcha a la lucha.

Al final de esa tarde, victorioso y sin ni una sola baja en su ejército, regresa y descubre que el campamento ha sido incendiado, y que los 140 hombres están muertos.



El Pórtico de la Gloria

Al llegar a Santiago de Compostela, el caminante debe seguir una serie de rituales, entre ellos, apoyar la mano en un bellísimo pórtico situado en la entrada principal de la iglesia. Cuenta la leyenda que dicha obra de arte fue encargada por el rey Fernando II, en 1187, a un artesano encargado que se llamaba Mateus.

Durante años, él trabajó el mármol, esculpiendo incluso su propia figura, de rodillas, en la parte trasera de la columna central.

Cuando Mateus concluyó su obra, los habitantes de la ciudad decidieron perforarle los ojos, para que nunca pudiese repetir semejante maravilla en ningún otro lugar del mundo.

PAULO COELHO



13.10.09

la Fe...

La Fe detiene todos los golpes.

La Fe transforma el veneno en agua cristalina.


PAULO COELHO

1.10.09

el río...


A veces es imposible detener el río de la vida.

PAULO COELHO

6.9.09

el camino...


Cuando no se puede retroceder,
sólo debe preocuparnos la mejor manera
de seguir hacia delante.

PAULO COELHO

28.8.09

la busqueda...

Ve en busca de tu Don.

Cuanto más entiendas de ti misma,

más entenderás del mundo.

PAULO COELHO


No puedes decir que Dios existe, ni que Dios no existe. Sólo puedes decir:


"No sé y estoy buscando,


estoy experimentando y tratando de saber por mi experiencia".


Ese es el camino de la meditación.


OSHO









30.7.09

la puerta...


Un guerrero de la luz muchas veces se desanima.

Siente que nada consigue despertar la emoción que deseaba.

Muchas tardes y noches debe permanecer manteniendo una posición conquistada sin que ningún acontecimiento nuevo le devuelva el entusiasmo.

Sus amigos comentan: “Tal vez su lucha haya terminado.”

El guerrero siente dolor y confusión al escuchar estos comentarios porque sabe que aún no llegó hasta donde quería. Pero es obstinado, y no abandona lo que había decidido hacer.

Entonces, cuando menos lo espera, una nueva puerta se abre.

PAULO COELHO

9.7.09

guerrero de la luz...


Desde el momento en que comienza a andar, un guerrero de la luz reconoce el Camino.

Cada piedra, cada curva, le da la bienvenida. El se identifica con las montañas y los arroyos, ve un poco de su alma en las plantas, en los animales y en las aves del campo.

Entonces, aceptando la ayuda de Dios y de las señales de Dios, deja que su Leyenda Personal lo guíe en dirección a las tareas que la vida le reserva.

Algunas noches no tiene donde dormir, otras sufre de insomnio. “Esto forma parte del juego –piensa el guerrero-. Fui yo quien decidió seguir por aquí.”

En esta frase está todo su poder: él escogió la senda por donde camina ahora, y no tiene motivo para protestar.

PAULO COELHO

24.6.09

el camino...


Para llegar hasta Él tendrás que seguir las señales.
Dios escribió en el mundo el camino que cada hombre debe seguir.
Sólo hay que leer lo que Él escribió para ti.

PAULO COELHO

18.6.09

guerrero de la luz...


El guerrero pocas veces sabe el resultado de una batalla, cuando esta termina.

El movimiento de la lucha generó mucha energía a su alrededor, y existe un momento en el que tanto la victoria como la derrota son posibles. El tiempo dirá quien venció o perdió, pero él sabe que, a partir de ese instante, ya no puede hacer nada más: el destino de aquella lucha está en las manos de Dios.

En esos momentos, el guerrero de la luz no se queda preocupado por los resultados. Examina su corazón y se pregunta: “¿Combatí el buen combate?”. Si la respuesta es positiva, él descansa. Si la respuesta es negativa, toma su espada y empieza a entrenarse de nuevo.

PAULO COELHO

16.6.09

guerrero de la luz...


El guerrero de la luz contempla la vida con dulzura y firmeza.

Está ante un misterio, cuya respuesta encontrará un día. De vez en cuando se dice a sí mismo. “Pero esta vida parece una locura.”

Tiene razón. Entregado al milagro de lo cotidiano, nota que no siempre es capaz de prever las consecuencias de sus actos. A veces actúa sin saber que está actuando, salva sin saber que está salvando, sufre sin saber porqué está triste.

Sí, esta vida es una locura. Pero la gran sabiduría del guerrero de la luz consiste en elegir bien su locura.

PAULO COELHO

13.6.09

el oasis..


Quizá Dios haya creado el desierto
para que el hombre pueda sonreír viendo las palmeras.

PAULO COELHO

2.6.09

el cielo...


Un lugar sagrado en nuestras casas
abre una puerta al cielo, y el cielo penetra.

PAULO COELHO

28.5.09

el maestro...

El verdadero maestro provoca en el discípulo
la valentía para desequilibrar su mundo,
aunque también recele de las cosas que ha encontrado,
y recele todavía más de lo que le reserva la siguiente curva.

PAULO COELHO

26.5.09

la obstinación...

Los valientes siempre son obstinados.

PAULO COELHO

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Coeur blue

Coeur blue
Only losers can win in this game