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6.9.09

la Madre...

Dondequiera haya afinidad con los ritmos del secreto mundo de la bienaventuranza, y respuesta al llamado de la Belleza suprema, y acuerdo y unidad, y el jubiloso flujo de muchas vidas entregadas a lo Divino, en esa atmósfera ella consiente habitar.

Pero todo lo que sea feo, miserable, mezquino, pobre, sórdido, escuálido, todo lo que sea brutal y vil repele su advenimiento.

Donde no existen amor y belleza, o son renuentes a nacer, ella no aparece; donde están mezclados y desfigurados por cosas inferiores, pronto ella se aleja o siente poca inclinación a derramar sus riquezas.

Si ella se encuentra en el corazón de los hombres rodeada de egoísmo, odio, celos y malignidad, envidia; si la traición y la ingratitud se mezclan en el cáliz sagrado; si las pasiones groseras y deseos poco refinados degradan la devoción, en tales corazones la graciosa y hermosa diosa no se detiene.

Se apodera de ella un divino disgusto que la obliga a partir., pues nunca insiste ni ruega; o bien, velando su rostro, espera que sea repelida la amarga y venenosa sustancia, antes de poder ella hacer sentir su feliz influencia.

El seco y áspero ascetismo no es de su agrado; tampoco gusta de la supresión de las emociones más hondas del corazón, ni la rígida represión de las partes bellas de la vida y del alma.

Porque es a través del amor y de la belleza que ella introduce entre los hombres la nota alegre de lo Divino.

La vida se convierte en su suprema creación, en una rica obra del arte celestial, y toda existencia, en un poema de sagrado deleite; las riquezas del mundo son reunidas a favor de un orden supremo, e incluso las cosas más simples y comunes se vuelven maravillosas gracias a su intuición de unidad y el aliento de su espíritu.

Admitida en el corazón, ella eleva la sabiduría a pináculos de maravilla, y le revela los secretos místicos del éxtasis que supera todo conocimiento, une la devoción con la atracción apasionada de lo Divino; enseña a estrechar y fortalecer el ritmo que mantiene la excelsitud de sus actos de acuerdo con la armonía universal, y le insufla la perfección del encanto que dura eternamente.


SHRI AUROBINDO

23.7.09

el anhelo...


Entonces algo se movió en la inescrutable obscuridad;
Un movimiento sin nombre, una inimaginada Idea
Insistente, insatisfecha, sin un propósito,
Algo que deseaba pero no sabía cómo ser,
Hostigó el Inconsciente para despertar la Ignorancia.
Una angustia que vino y dejó una trémula huella,
Dio lugar a que un antiguo deseo, cansado, insatisfecho,
En paz en su caverna subconsciente sin luna
Levantara su cabeza en busca de una ausente luz,
Esforzando los cerrados ojos de una memoria desvanecida,
Como uno que busca lo que fue en otro tiempo
Y sólo encuentra el cadáver de su deseo.
Era como si en esta profunda Nada,
En este último núcleo de disolución,
Acechara una entidad sin memoria,
Superviviente de un pasado muerto y enterrado
Condenada a volver a asumir el esfuerzo y el dolor,
Volviendo a vivir en otro frustrado mundo.
Una consciencia sin forma deseó la luz
Y una vacía presencia anheló el distante cambio.

SHRI AUROBINDO

9.7.09

la fe...


La fe en las cosas espirituales que se pide al sádhaka, no es una fe ignorante, sino una fe luminosa; una fe en la luz, no en la oscuridad. El intelecto escéptico la llama cie­ga porque no se deja guiar por las apariencias exteriores o por los hechos aparentes; busca la verdad que está detrás y no se apoya en las muletas de la prueba y de la evidencia. Es una intuición, una intuición que no se limita a esperar que la experiencia la justifique, sino que conduce hacia la experiencia. Si creo en el poder de la autocuración, encon­traré al cabo del tiempo la manera de curarme a mí mismo. Si tengo fe en la transformación, acabaré por descubrir el proceso de la transformación.

SHRI AUROBINDO

30.6.09

la acción...


Toda acción hecha con espíritu egoísta,
por buena que sea para el prójimo en el mundo de la Ignorancia,
no es de ninguna utilidad para el buscador del Yoga.

SHRI AUROBINDO

2.6.09

la bienaventuranza....


El Divino se da a los que se dan a sí mismo al Divino sin reservas y en todas sus partes. Para ellos la calma, la luz, el poder, la bienaventuranza, la libertad, la inmensidad, las cumbres del conocimiento, los océanos del ananda.

SHRI AUROBINDO

1.5.09

el yoga...



Tienes que retirarte en ti mismo y comprometerte a una consagración completa a la vida espiritual. Si quieres triunfar en el yoga debes renunciar a adherirte a preferencias mentales, dejar de obstinarte en los propósitos, los intereses y los vínculos del vital y hacer desaparecer de ti todo apego egoísta a la familia, a los amigos, al país. Todo lo que tenga que manifestarse como energía o acción, debe proceder de la Verdad que ha sido descubierta y no de motivos inferiores mentales o vitales, de la Voluntad divina y no de la elección personal o de las preferencias del ego.



La verdadera actitud de sadhana no consiste en imponer la mente y la voluntad vital propias al Divino, sino en aceptar la voluntad Divina y seguirla. No consiste en decir: “Tengo derecho a esto, me hace falta, lo reclamo, lo exijo; ¿por qué no lo consigo?”, sino en darse, en rendirse sin condiciones y recibir con alegría, sin afligirse ni rebelarse, todo lo que el Divino otorgue. Entonces, lo que recibirás será justamente aquello que te hace falta.



Las fuerzas hostiles tienen una cierta función que ellas mismas se han asignado: la de someter a prueba la condición del individuo, del trabajo, de la Tierra misma, y de su estado de madurez para el descenso y la realización espiritual. A cada paso del camino están allí atacando furiosamente, criticando, sugiriendo, imponiendo el desaliento o incitando a la rebelión, fomentando el escepticismo y acumulando dificultades. Ciertamente interpretan de manera muy exagerada los derechos que tienen en virtud de su función, y hacen una montaña de un grano de arena. Al menor tropiezo o por una falta insignificante, aparecen y plantan una barrera como el Himalaya en medio del camino.

SHRI AUROBINDO

29.4.09

el yogui...


El progreso espiritual interior no depende tanto de las condiciones exteriores como de la forma de reaccionar desde dentro ante éstas. Tal ha sido siempre el veredicto último de la experiencia espiritual. Esa es la razón por la cual nosotros insistimos en la necesidad de adoptar la actitud correcta y de perseverar en ésta, en obtener un estado interior que no dependa de las circunstancias exteriores, un estado de ecuanimidad y de calma, si al principio no es posible de felicidad interior, en retirarse cada vez más hacia adentro para mirar desde dentro hacia fuera, en vez de vivir en la mente de la superficie que está siempre a merced de los embates y de los choques de la vida. Tan sólo en este estado es posible ser más fuerte que la vida y que sus fuerzas perturbadoras y confiar en la victoria.


Una atmósfera espiritual es más importante que las condiciones exteriores; conseguir esta atmósfera, creando también de esta manera el propio aire espiritual, en donde vivir y respirar, es la verdadera condición para el progreso.



Sin ecuanimidad, samata, no puede haber ningún fundamento firme para la sadhana. Por muy ingratas que sean las circunstancias, por muy desagradable que sea la conducta de los demás, tienes que aprender a afrontarlas con una perfecta calma y sin ninguna reacción perturbadora. Esas cosas son la piedra de toque de la ecuanimidad del alma. Es fácil conservar la calma y la serenidad cuando las cosas van bien y la gente y las circunstancias son agradables; pero cuando son todo lo contrario es cuando la plenitud de la calma, de la paz y de la ecuanimidad puede ser probada, fortalecida y perfeccionada.

SHRI AUROBINDO

22.4.09

el yoga




Persevera, y todo aquello que aun está torcido será enderezado y conocerás y sentirás constantemente la verdad de la presencia del Divino; así tu fe será justificada por la experiencia directa.


Hay un sitio en el ser interior donde se puede permanecer siempre en calma y desde donde es posible considerar con equilibrio y discernimiento las perturbaciones de la consciencia de superficie y actuar sobre ésta a fin de modificarla. Si puedes aprender a vivir en esa calma del ser interior, habrás encontrado tu base estable.


No permitas que el ambiente y su oposición te perturbe. Son condiciones impuestas a menudo al principio como una especie de prueba. Si puedes permanecer tranquilo e imperturbable y continuar tu sadhana sin permitir que estas circunstancias te perturben interiormente, eso te ayudará a adquirir una fuerza muy necesaria; porque el sendero del yoga está siempre sembrado de dificultades interiores y exteriores, y para afrontarlas el sadhaka debe desarrollar una fuerza sosegada, firme y sólida.

SHRI AUROBINDO

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