
El guerrero de la luz está ahora despertando de su sueño.
Piensa: “No sé luchar con esta luz, que me hace crecer”. La luz, sin embargo, no desaparece.
El guerrero piensa: “Necesitaría hacer cambios, pero me falta voluntad para ello.”
La luz continúa, porque la voluntad es una palabra llena de trucos.
Entonces los ojos y el corazón del guerrero empiezan a acostumbrarse a la luz. Ya no lo asusta, y él pasa a aceptar su Leyenda, aún cuando eso signifique correr riesgos.
El guerrero estuvo dormido mucho tiempo. Es natural que se vaya despertando poco a poco.
PAULO COELHO
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